La venta de servicios, productos o incluso de una empresa puede implicar una serie de riesgos para la parte del vendedor. Saber cómo gestionar el control de riesgos de una operación de mayor escala, así como actuar cuándo por diferentes causas o factores el cliente no cumpla con su compromiso de pago, es primordial para las empresas que realizan operaciones, ya sea a menor o gran escala. ¿Te gustaría saber algo más sobre la gestión de control de riesgos para empresas? Te presentamos algunas de las principales características a tener en cuenta.
¿Cómo calcular el límite de crédito que se concede a cada cliente?
Cuando las ventas y servicios no se cobran al contado, las empresas deben elaborar para cada cliente una cifra de límite de riesgo. A partir de esta cantidad, no se podrán suministrar bienes o servicios, hasta que el saldo pendiente de cobro, se sitúe por debajo del límite asignado.
Para calcular el límite de crédito que se concede a cada cliente, se tendrá en cuenta:
- La experiencia que la empresa tiene con el cliente
- El estudio de la solvencia de la empresa cliente. Valiéndose de informes comerciales, informes bancarios y/o el análisis de las cuentas anuales, así como, consultando también los Registros de Morosos.
Naturalmente, el límite de crédito concedido al cliente puede ir variando en el transcurso del tiempo. Ello, en función de la experiencia con el mismo y la información que tengamos sobre la mejora o empeoramiento de la solvencia de su empresa.
Por norma general, para poder ejercer este control de forma efectiva, se hace necesario que la empresa disponga de un departamento, o de una persona en plantilla dedicada a ello, según sea el volumen de la empresa. Este departamento o sector de la empresa, se dedicará a fijar el límite de riesgo a nuevos clientes, así como a controlar si el desarrollo de los ya concedidos funciona eficazmente. En el caso de que sea necesario, en este caso, modificará al alza o a la baja aquellos en que hayan variado las condiciones existentes en el acto de fijación del límite del crédito.
Controlar y contar con un límite de crédito por clientes es primordial, pues la empresa puede asumir un riesgo en su liquidez importante por las deudas a su favor.
Cuando el cliente no cumple sus compromisos de pago
Durante los últimos años, debido al cierre de empresas así como problemas de liquidez en muchos negocios por la situación de crisis económica de periodos anteriores, muchas son las sociedades que se han encontrado con una gran sorpresa. Y es que hay ocasiones en las que algún cliente puede comenzar a incumplir sus compromisos de pago, adeudando una cantidad muy superior a la que inicialmente se le había concedido. ¿En estos casos, qué se puede hacer?
Muchas empresas se han visto en una encrucijada, porque, ¿siguen sirviendo y vendiendo sus productos o servicios a ese cliente, o dejan de trabajar con él? La respuesta es casi siempre la misma. Pues, si no se le sirve, no podrá seguir operando, y por lo tanto no tendrá la posibilidad de liquidar la deuda pendiente que tiene con la empresa.
Pero por lo contrario, si continuamos con esta filosofía y se le sigue suministrando, quizás no pueda nunca pagar los servicios o productos prestados. En este aspecto, se le sigue suministrando. Pero, ¿es lo más correcto? En este caso, si la situación financiera de la empresa cliente no mejora, es muy posible que la pérdida final sea muy superior a la que se hubiese afrontado en los primeros problemas de pago.
Por estas razones, la mejor opción siempre es valorar, revisar e informarse previamente del riesgo de trabajo con uno u otro cliente. Una buena gestión de control riesgos puede ayudar a tu empresa a prevenir posibles problemas de liquidez en tu empresa por impagos o deudas de clientes. ¿Necesitas ayuda con el control de riesgos de tu negocio? Pídenos ayuda, y nuestro equipo altamente cualificado y profesional podrá ayudarte a conseguirlo.
“Hay que tener muy presente que el negocio no está solamente en vender, sino en vender y cobrar”.